Cullera celebra este fin de semana el 40 aniversario de su hermanamiento con Le Bourget. La localidad conmemora esta fecha con varios actos en los que participarán más de setenta ciudadanos del municipio francés. «En los tiempos que corren es importante mantener los hermanamientos entre distintos pueblos y ciudades. Gracias a estas iniciativas se han creado relaciones culturales, educativas e intercambios comerciales y además han nacido amistades de por vida», ha destacado la concejala delegada de Hermanamientos, Susi Melià. «Todo esto proporciona paz y prosperidad para nuestra sociedad gracias a una «diplomacia ciudadana»», ha añadido.
La jornada del sábado empezará con una reunión de trabajo entre las autoridades de ambas ciudades en la que participarán, por parte de Cullera: el alcalde, Jordi Mayor; la concejala delegada de Hermanamiento, Susi Melià; la concejala delegada de Turismo, Débora Marí y la presidenta del Comité Ciudades Unidas de Cullera, Concha Piris ; y por parte de Le Bourget: el alcalde, Jean-Baptiste Borsali ; la teniente alcalde delegada de Hermanamientos, Hélène Bunoust , y la teniente alcalde delegada de la Tercera Edad, Valéry Vannereux .
El acto oficial tendrá lugar el mismo sábado a partir de las 13.30h en el parque urbano de San Antonio donde los alcaldes de ambas localidades ratificarán el convenio de hermanamiento que cumple ahora 40 años.
Además de descubrir una placa conmemorativa de este aniversario, Jordi Mayor y Jean-Baptiste Borsali plantará un árbol como símbolo de la estrecha relación que une a ambos municipios.
Una exposición de fotografía enmarcará el espacio dedicado a la celebración mostrando instantes de los viajes, reuniones, comidas y fiestas compartidas entre los vecinos y vecinas de ambos municipios en diferentes momentos a lo largo de estos 40 años de hermanamiento.
Una vez concluido el acto oficial, llegará la parte más festiva de este encuentro con la elaboración de una paella gigante para los asistentes al acto de hermandad que contará además con una actuación musical.
Cullera – Le Bourget a lo largo del tiempo
El proceso de hermanamiento de ambas localidades se remonta al período de gobierno del socialista Enrique Chulio, el primer alcalde democrático tras la dictadura franquista.
Chulio quería hermanarse con la localidad natal del entonces presidente de la República Francesa, François Miterrand. Sin embargo, sus planes se vieron truncados.
En la convención de la Federación Mundial de Ciudades Unidas, celebrada en Madrid para fomentar hermanamientos, Chulio fue ‘perseguido’ hasta el aburrimiento por los representantes de Le Bourget, que habían visto fotos de Cullera y se habían, literalmente, enamorado de la ciudad.
Sucedió después de que uno de sus vecinos ganara un torneo internacional de tenis organizado en Cullera y hablara maravillas de la localidad costera. Fue tal la insistencia, que Chulio terminó cediendo y aceptó el hermanamiento con la población cercana a París, aspecto que se valoró muy positivamente.
Desde entonces se ha forjado una relación de amistad que perdura cuatro décadas después y que hoy vive un buen momento con el reto de reanudar las actividades de intercambios después de la pandemia.
Los vínculos entre Cullera y Le Bourget se extienden a otros ámbitos. Uno de los más destacables es la gran aportación de turistas galos en el municipio. Actualmente, más de la mitad de los turistas internacionales que llegan a la ciudad (un 33% del total de visitantes) proceden de Francia.