27 de marzo de 2024
Por primera vez en la historia, Cullera ha superado a los 25.000 habitantes empadronados. Son datos del padrón municipal que consolidan a la capital turística de la Ribera como una ciudad no sólo turística sino también como el lugar idóneo que la gente elige para vivir y construir su proyecto de vida.
Así lo anunció el alcalde de la localidad, Jordi Mayor , en el Pleno municipal del mes de marzo celebrado anoche. «La gente quiere vivir en Cullera porque somos un pueblo que acompaña a las familias desde que nacen hasta sus últimos días en todos los aspectos vitales», según ha destacado con orgullo Mayor. En esta línea ha ejemplificado las ayudas que da el Ayuntamiento exclusivamente para las personas empadronadas desde los primeros días de vida hasta la entrada en los estudios superiores como las ayudas a la natalidad, al transporte universitario o las becas erasmus.
Para el alcalde, los principales indicadores de este crecimiento poblacional se deben al impulso de las políticas públicas destinadas al bienestar de las personas y la mejora de la capacidad económica. «Los datos económicos del pueblo nos dan la tranquilidad de que Cullera es un ayuntamiento bien gestionado, que está saneado y ofrece un bienestar y servicios públicos a sus ciudadanos que no tienen en otros sitios o no tenían antes de que nosotros entramos a gobernar» , ha puesto en valor la máxima autoridad local.
El aumento poblacional también supone conseguir mayores recursos por parte del Estado y de aquellas subvenciones que van vinculadas al número de población, a mayor población mayores recursos.
De los más de 25.000 residentes de Cullera, el 50.2% son hombres y el 49.8% mujeres.
Una ciudad amable con mayor peso económico
El aumento de la actividad económica con los mayores presupuestos municipales, con un superávit positivo ya ocho años seguidos, duplicar las tasas que se cobran de ocupación de mesas y sillas de la restauración o de licencias de obras o el esfuerzo por un sector turístico cada vez más preparado han generado también esa solvencia económica. Una solvencia que año tras año permite aumentar las partidas destinadas a afianzar los recursos de servicios sociales y fortalecer el tejido asociativo local.
A todo esto se suman, entre otros muchos, la creación de nuevos espacios como el Centro Municipal de Deportes o el Aula de Estudios, las reformas de la Residencia Municipal de Personas Mayores o el futuro Centro de Día, la transformación del «Barri del Pou», del Paseo dr. Alemán o calle Caminàs, los proyectos para hacer más seguros y accesibles los distintos puentes con los que cuenta la ciudad, la creación de los carriles bici para mejorar la conexión en transporte sostenible, o una oferta cultural y festiva de primer nivel.
En definitiva «políticas de crecimiento centradas en las personas y en mejorar la calidad de vida y en un urbanismo innovador y sostenible que hacen que vivir en Cullera esté en las primeras posiciones en la toma de decisiones», ha concluido el alcalde.