El alcalde de Cullera, Jordi Mayor , se mostró hoy categórico al asegurar que el municipio no aprobará la tasa turística pactada de cara a 2023 por las fuerzas políticas que sostienen al gobierno autonómico del Botánico.
«Cullera no la aprobará de ninguna manera», ha dicho la máxima autoridad local en sus redes sociales. A juicio de Mayor, «no es el momento» ni considera que vaya a beneficiar al sector turístico, ya de por sí tocado por los efectos de la pandemia de la Covid-19.
La Comunitat Valenciana tendrá una ley que regule una tasa turística municipal y voluntaria en 2022 y, si la situación sanitaria lo permite, los ayuntamientos podrán empezar a cobrarla en 2023. Así lo han pactado los partidos del Botánico, deshaciendo el último gran escoge de la negociación de los presupuestos de la Generalidad.
El alcalde cullerense, contrario a este gravamen, se reafirma así su alineamiento con la posición prácticamente unánime del sector turístico de la localidad que nunca ha visto con buenos ojos la tasa.
«Cullera será una ciudad libre de tasas turísticas», ha insistido el primer edil «porque ni las quiere el sector ni las quiere el ayuntamiento», recalca.
Los datos de recuperación turística que sitúan ya en muchos aspectos en el municipio en cifras prepandemia indican una recuperación del sector.
«Esa recuperación no puede ponerse en peligro y menos con tasas que no solucionan el problema de la infrafinanciación de los municipios turísticos», ha dejado claro Mayor.
«La vía cullerense es la de estar junto al sector, fomentar el impulso y recuperación del turismo sin grabar más al turista. Nuestra preocupación es conseguir financiación europea, como los tres millones que vamos a recibir de los fondos Next Generation para modernizar el paseo marítimo, por ejemplo. El otro es el chocolate del loro que no nos soluciona ningún problema y sí podría crearnos muchos», ha concluido.