19 de abril de 2024
El Ayuntamiento de Cullera ha finalizado las obras de restauración del Refugio Antiaéreo de la Guerra Civil de defensa de costas del Faro, y de señalización y mejora de los accesos al conjunto del Mirador del Faro, subvencionadas por la Diputación de Valencia en el marco de la convocatoria para la recuperación de la Memoria Histórica.
Los trabajos han consistido en la limpieza, desescombro y restauración del Refugio, la dotación con un sistema de iluminación, así como la señalización y adecuación para las visitas.
La acción llevada a cabo culmina el proceso de revalorización del Mirador del Faro, donde está situado el punto de defensa costera de la Guerra Civil Española, compuesto por la escultura del Memorial de la Defensa de Cullera y el Refugio antiaéreo. El acceso al Mirador transcurre a través de unos senderos vallados para la protección de los usuarios y dispone de bancos y un área de juegos infantiles.
El alcalde de Cullera, Jordi Mayor , ha manifestado su satisfacción ante la recuperación y puesta en valor de «un lugar tan emblemático y cargado de historia para la Ciudad». «Con la restauración de este refugio antiaéreo conseguimos dar un paso más a conocer la historia de nuestra ciudad y para saber cómo era Cullera de la época de la Guerra Civil», prosiguió el alcalde.
Con esta actuación, ha señalado Mayor, “el Mirador del Faro se ha convertido en un referente de la recuperación de la Memoria Histórica. Unos hechos que no deben volver a repetirse, y para ello, no pueden olvidarse. La memoria democrática es un acto de justicia y solidaridad».
Refugio Antiaéreo de la Guerra Civil
El Refugio del Cabo del Faro de Cullera se encuentra junto a la ermita de los Navarros bajo un pequeño montículo de costa, convertido en mirador.
Se trata de una construcción de hormigón armado compuesto de un almacén de munición con elevador y las dos plataformas donde se ubicaban los fuegos de artillería, más el bunker, que servía de puesto de mando y control visual de operaciones y que se sitúa en un promontorio justo enfrente. Este conjunto de construcciones fueron llevadas a cabo por el Gobierno de la República, después de su instalación en Valencia, como contraofensiva a los ataques aéreos que realizaba la aviación aliada del bando nacional, fundamentalmente la aviación italiana de Mussolini concentrada en las islas Baleares.
La línea de defensa costera de Cullera se completaba con una serie de puntos armados constituidos por casamatas para la artillería, que partiendo del Refugio del Faro, se diseminaban por la bahía de Cullera.
