Las Fallas de Cullera olerán más a pólvora este año. El Ayuntamiento de la localidad y la Junta Local Fallera (JLF) han recuperado las mascletaesdel mediodía y además la nocturna del día 18, espectáculos pirotécnicos que fueron suprimidos en el pasado por los recortes económicos y cuya vuelta había sido reclamada reiteradamente tanto por el colectivo fallero como por los vecinos y visitantes.
Los días 17, 18 y 19 de marzo la Rambla de Sant Isidre acogerá a las 14:30 horas las ansiadas disparadas y este mismo escenario será testigo la noche del 18 de una mascletà nocturna que se disparará después de la Ofrena a la Mare de Déu del Castell.
La fiesta declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, vivió el pasado sábado 17 de febrero su pistoletazo de salida con la multitudinaria Crida que congregó en la plaza de España a más de 2.000 personas.
La ciudad planta quince monumentos grandes y otros tantos infantiles, muchos de ellos nacidos de las manos de artistas de prestigio. La competición este año en la Sección Especial será cosa de cuatro con Raval de Sant Agustí —doblete en los dos últimos años—, Passeig-Mercat, Sant Antoni de la Mar y Taüt como grandes atractivos en la Sección Especial.
Para los amantes de la música valenciana, la Nit d’Albaes del día 16 es una magnífica oportunidad para escuchar estos cantos tan genuinos. En un recorrido por toda la ciudad, la voz y el ingenio se dan la mano para rendir homenaje a una tradición tan nuestra.
El turista fallero puede complementar su estancia en Cullera con visitas a su rico patrimonio histórico con una amplia red de museos y emblemáticos edificios. La joya de la corona es el Castillo de origen árabe, la fortaleza que se alza sobre la desembocadura del Xúquer y el Mediterráneo, que ni el mismísimo Jaume I pudo tomar por las armas. A sus pies, el encantador barrio del Pou, una de las juderías más antiguas de la Comunitat Valenciana que conserva el sabor del paisaje tradicional con sus casas blancas de cal. La buena mesa no puede faltar con platos tan sugerentes como la Paella de Cullera, elaborada con productos de KM 0.