¿Os habéis preguntado alguna vez acerca del letrero en la montaña de Cullera? ¿Quién lo creó? ¿Cuándo? ¿Con qué motivo? En esta entrada os relatamos la increíble historia que se esconde detrás de uno de los letreros más famosos de toda España. Para ello, vamos a remontarnos a finales de los años 60…
La idea surgió en 1969 a manos de Enrique Torres Gómez, un marmolista y escultor de Cullera con una gran visión turística y que dedicó parte de su vida a contar historias y leyendas y crear guías turísticas de Cullera.
El objetivo del letrero era dotar a la población de una gran visibilidad vía carretera y captar la atención de todo aquel que pasase cerca ya que la montaña impedía (e impide) ver desde la distancia todas las maravillas situadas detrás, justo en la parte occidental de la ciudad (la vertiente de la costa).
Para ello, en pleno boom turístico, se pensó en la creación de una valla de grandes dimensiones con el nombre de la población para situarla en la montaña. También, otra de menor tamaño pero igualmente efectiva para situarla en el suelo a dos kilómetros de la localidad con el texto de bienvenida ‘Cullera, bahía de los naranjos’.
Con el paso del tiempo, después de pensar en posibles riesgos, contratiempos y la necesidad de ajustarse el proyecto a la vertiente legislativo-administrativa, se decidió que las letras finalmente serían pintadas sobre la superficie rocosa de la montaña.
El proyecto se cerró finalmente en 1973 cumpliendo todas las expectativas que se pusieron en él.
A día de hoy son muchas las personas que le guardan un cariño especial al letrero, especialmente los turistas, a los que se les dibuja una sonrisa en la cara cuando ven aparecer a lo lejos ‘Cullera’ después de un largo viaje.
Así, el letrero de Cullera ha quedado inmortalizado en miles y miles de álbumes fotográficos familiares y espacios online dándole voz por sí mismo a uno de los destinos turísticos costeros más importantes del panorama Europeo.